En un callejĂłn desierto recorrido por pocos, hay una tienda de antigĂŒedades. No tiene signo ni nombre. Vende los artĂculos habituales, pero si crees en los rumores, esta tienda en particular tambiĂ©n vende artĂculos no autorizados para otorgar deseos por un precio por supuesto. Y los compradores que no sigan las instrucciones de uso de un artĂculo pagarĂĄn un precio especialmente alto.